El camino de ronda que os mostramos hoy es una excursión muy típica que se puede desarrollar en el municipio de Palamós, de una dificultad baja a excepción de algún punto muy concreto pero que se puede hacer en familia perfectamente.
Duración del camino de ronda de Palamós
Aproximadamente se tarda una hora y media en realizar el camino en ida y vuelta, dependiendo de la capacidad física de cada uno y de una longitud de 6km. Podéis estar tranquilos porque a lo largo del recorrido podremos encontrar distintos puntos donde parar a descansar y para protegerse del sol, hacer un picnic o simplemente disfrutar de la naturaleza.
Recorrido del camino hacia la Playa de Castell de Palamós
El inicio es donde tenemos los apartamentos, en la misma playa de La Fosca, dividida por la gran roca de color negro que todos conocemos como la Roca Fosca y, de ahí, el nombre de esta famosa playa.
Hay que coger dirección norte buscando el camino de ronda perfectamente habilitado e indicado. Para llegar habrá que subir algunos tramos con escaleras y, desde esta pequeña subida y hasta llegar al Castillo medieval de Sant Esteve de Mar, podréis admirar una gran panorámica de la Playa de la Fosca, ver sus fondos marinos al ser de poca profundidad y sus aguas turquesas.
El Castillo de Sant Esteve de Mar
Llegamos a los restos del castillo que fue construido por Pere II El Grande, que se levantó sobre restos romanos que, a su vez, lo construyeron sobre un asentamiento íbero.
Se localiza en una situación clave muy importante para el municipio de Palamós porque fue testigo de batallas decisivas en el dominio de la Corona de Aragón y de la batalla de Les Formigues y permitía analizar la situación a salvo para contraatacar.
Existen visitas organizadas gratuitas organizadas por el Museo de la Pesca ya que es catalogado como Bien Cultural de Interés Nacional.
La Pineda d’en Gori, naturaleza pura en Palamós
Una vez dejado atrás el castillo, ponemos rumbo al popular paraje natural de La Pineda d’en Gori y, justo antes de llegar, podremos descansar en un banco con unas vistas espectaculares y un marco de hierro donde los visitantes hacen su particular foto postal del paisaje.
Esta magnífica pineda está repleta de pino blanco y es perfecta como zona de picnic, con una extensión de unos 30km2 y con un parking cercano.
Cala s’Alguer y sus barracas de pescadores
Una vez traspasada la pineda d’en Gori bajaremos un poco mientras vamos viendo las casas de pescadores del siglo XVI que se sitúan sobre las rocas de la Cala s’Alguer. Todas las barracas pintadas de blanco con la cal antigua excepto puertas y ventanas, que van en tonos rojos, verdes o azules. Una pintoresca imagen junto a las barcas varadas que son una pequeña muestra de la vida de los pescadores antiguos en la Costa Brava, declarado Bien Cultural de Interés Nacional.
Superando la maravillosa cala, nos toparemos con la silueta de la finca de Mas Juny, un antiguo refugio de los intelectuales del siglo XX que unirá con el camino que nos lleva hasta la Cala Castell bordeando toda la costa y dejando atrás la Cala s’Alguer.
La Playa de Castell de Palamós
Seguiremos avanzando hasta dejar atrás la Casa Rosa y llegaremos hasta uno de los últimos arenales vírgenes que se conservan en toda la Costa Brava: La Cala Castell, rodeada de grandes bosques de cañas y varios campos de conreo.
Mide unos 380 metros de longitud y 40 metros de ancho con una forma de media luna, arena dorada y bastante fina donde, además, desemboca la Riera d’Aubi partiendo la playa en dos cuando esta viene cargada.
Restos del Poblado Ibérico de Palamós
Si seguimos nuestro recorrido hasta atravesar toda la playa, veremos una montaña llamada Agulla de Castell, donde se ubican los restos restaurados de un Poblado Ibérico del siglo VI a.C.
Si subimos hasta él, podremos ver la cala La Foradada, que únicamente se puede acceder por mar en kayak u otra embarcación y que cruza un túnel sobre el mar.

De Saint-Aniol – Trabajo propio, CC BY-SA 3.0,